Estas salinas, situadas en Aguilar de la Frontera, fueron ya explotadas por íberos y romanos gracias a la pureza y limpidez de la sal obtenida. A diferencia de las sales de litoral, interior y de mina, esta sal se obtiene directamente de acuíferos subterraneos, no siendo necesario ningún proceso antes de llegar al consumidor, por lo que se considera una de las sales mas ecológicas.